Bostronizo, balcón privilegiado del Valle de Iguña, está situado en el centro geográfico de Cantabria. A la entrada del pueblo se encuentra la Posada Venta Hornizo, casona construida en el año 1924 por Don Rafael Díaz, contratista de obras, maestro cantero y autor de grandes obras de sillería de la época, como las Escuelas del pueblo, la Casa de los Maestros o el Balneario de Corconte... además de gran entusiasta y promotor del deporte cántabro por excelencia, los Bolos. Durante años este refugio presenció en silencio el paso del tiempo. Hoy su quinta generación le rinde homenaje abriendo sus puertas como Posada Rural. Esta casona ha sido restaurada respetando siempre la sillería original y decorada con esmero para que usted se encuentre a gusto disfrutando de un auténtico remanso de paz y descanso, y rodeado de un ambiente cálido, familiar, tranquilo y diferente, apartado de carreteras y bullicios, y con unas vistas inigualables del Valle.